
Enfermedad de la Vesícula Biliar
(Colecistitis aguda y crónica)
La vesícula biliar se puede enfermar de 2 maneras:
La primera:
Es la más llamativa. Sucede cuando la vesícula se tapa con una piedra que ella misma produjo y se llena de líquido a tensión.
Nos provoca un dolor intenso del lado derecho del abdomen o en la boca del estómago. También nos puede dar náusea, vómito,
e incluso fiebre.
Es un dolor que no desaparece por sí solo. Al tomar analgésicos disminuye, pero al cabo de unas horas vuelve a tornarse intenso.
El tratamiento es remover la vesícula de manera urgente, a través de una cirugía de mínima invasión.
La segunda:
La vesícula biliar lleva tiempo funcionando de manera incorrecta, no es capaz de mezclar de manera adecuada los componentes de la bilis y produce lodo o piedras que la van inflamando poco a poco.
Una vesícula enferma nos produce problemas para digerir alimentos. Nos causa síntomas de mala digestión, intolerancia a comidas con grasa, se distiende el abdomen después de comer, y puede llegar a provocarnos diarrea. En ocasiones puede darnos dolor recurrente del lado derecho del abdomen.
El tratamiento hoy en día es remover la vesícula de manera no urgente y programada, a través de un procedimiento de mínima invasión, para restaurar el flujo normal de bilis del hígado al intestino.
¿Qué pasa si me remueven la vesícula biliar?
La vesícula biliar funciona como una bolsa que guarda la bilis que el hígado produjo. Al remover la vesícula biliar enferma, el hígado continuará produciendo bilis de manera normal.
Más del 90% de los pacientes retornarán a una dieta normal. Desaparecerán por completo los síntomas relacionados con la mala digestión.
En menos de un 10% de los casos, se deberá hacer un ajuste a la cantidad de grasa en la dieta de manera temporal, sin embargo, el resto de los síntomas vesiculares desaparecerán.
